Pueblos indígenas en aislamiento voluntario, actuales cuidadores del Jardín de Edén
Un Dios compasivo y misericordioso, que cuida de su herencia, también al que vive solitario en un bosque, en medio de un vergel. La Palabra de Dios nos transporta en el tiempo y en el espacio, y nos lleva a recordar a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, que han elegido una forma de vida diferente, que muchos no entienden y que hacen todo lo posible para acabar con ella. Respetarlos nos lleva a descubrir que todavía hay pueblos que viven en condiciones similares a aquellos que fueron colocados en el Jardín de Edén para cuidar de la obra de Dios.

