Amenazar nos aleja de Dios y del hermano
Amenazar nos aleja de Dios y del hermano. Frente a eso, la propuesta es preocuparse con el hambriento y el que vive en la penuria. Cerca y lejos de cada uno de nosotros, nos encontramos cada día con mujeres y hombres, de todas las edades, que esperan nuestra mano amiga. Ese es el mejor camino para descubrir la Luz, para que ella ilumine nuestra vida, tantas veces llena de oscuridad.
