María alumbra nuestra esperanza
«Una rosa blanca para tí oh Madre mía, por el fin de esta pandemia».
Nuestra celebración está unida a la súplica que nace de nuestros corazones para que en estos «tiempos de dificultad» nos dirijamos a la Madre del Señor para invocar su ayuda.
Sabemos que todo lo que pidas al Señor María, te es concedido. Y ahora todo el mundo te ruega que nos liberes del coronavirus que tanto está afectando especialmente a los más pobres. Tú eres «salud de los enfermos» y «consoladora de los afligidos»


Es la fiesta de la Congregación porque llevamos el bello nombre de nuestra Madre, además un 8 de diciembre de 1884 la Congregación fue afiliada a la Orden de predicadores pasando a ser DOMINICAS DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN, gracias a la intervención del Padre JACINTO AMRÍA CORMIER, confesor y director espiritual de la Comunidad. Hoy también celebramos el Nacimiento del Padre Jacinto Maria Cormier (1832). Grandes motivos para celebrar y alegrarnos.
Palabras de nuestra fundadora: Hedwige Portalet
“No quiero que pase esta dulce fiesta, sin que reciban unas cortas palabras de vuestra Madre. Les deseo una linda fiesta en la paz, la unión y la caridad.
Que la virgen Inmaculada derrame sobre todas y en particular sobre cada una, una mirada de amor y de bondad. Y para merecerlo, procuren ser con su vida, verdaderas hijas de María Inmaculada y de Santo Domingo” (Carta de M. HedwigePortalet. 612-1892)