En nuestra Congregación el apostolado de la educación se nutre de la contemplación y la compasión dominicana, pilares que definen nuestro estilo de vida y nuestra misión específica como hijas de Domingo de Guzmán y Hedwige Portalet: “Predicar la Verdad y ser portadores de la Luz de Cristo”
Nuestra misión en las escuelas nos exige ser testimonio de luz. Estamos llamados a transformar en espacios de luz: las aulas, los encuentros, el currículum, los recreos de los chicos… a través de la cercanía en el trato, el diálogo, la ternura propia de Hedwige, el contacto, la compasión y el caminar juntos, formando comunidades donde la Luz de Cristo y su Verdad sean el horizonte de nuestro quehacer.
Proponemos para nuestras escuelas la pedagogía de la Luz y la Verdad como camino de transformación personal y comunitario concretizándolos en los rasgos fundamentales de la espiritualidad dominicana: