Llega el momento de la Profesión Temporal, es la alegría inmensa de haber dado una respuesta generosa a la llamada del Señor, es la alegría de anunciar que su amor es un amor a Jesús, que el corazón es para Jesús, lo cual le lleva a pronunciar libremente su fórmula de consagración, como Dominica de la Inmaculada Concepción.
Por lo tanto, el Estudiantado constituye un nuevo período de formación en la Congregación que se extiende durante los años de Profesión Temporal hasta la Profesión Perpetua, tiempo en el que la presencia de Jesús constituye, como en toda la vida, el centro que motiva e ilumina el quehacer diario y la vivencia fiel de los Consejos Evangélicos, al estilo de Santo Domingo y Madre Hedwige.
Etapa en la que las hermanas junioras al escuchar la palabra de Dios: “ Tú eres importante para mí, te quiero mucho, cuento contigo” las motiva a ir armonizando con dinamismo la experiencia de Dios, vida comunitaria, estudio, acción pastoral para anunciar el Evangelio, desde nuestro Carisma y prepararse a un compromiso definitivo y radical en la PROFESIÓN PERPETUA, teniendo siempre a María Inmaculada como madre, maestra y compañera de camino.