Como Hermanas Dominicas del Inmaculada Concepción, fortalecidas por el Espíritu Santo, enraizadas en el ideal apostólico de nuestro padre Santo Domingo de Guzmán, y cimentadas en el carisma fundacional de Hedwige Portalet, anunciamos la compasión y misericordia de Dios a quienes caminan entre sombras y tinieblas, predicamos la Verdad portando la Luz de Cristo, para lograr a través de un auténtico servicio de evangelización la promoción integral del ser humano en los diferentes campos de apostolado, respondiendo a las necesidades del mundo de hoy.
