Padre Jacinto María Cormier.- «Caridad en la Verdad»
Muy dedicado a venerar a la Madre de Dios y a Santo Domingo de Guzmán, nació a Orleans – Francia, apenas ordenado sacerdote ingresó en la Orden Dominicana y pronunció los votos solemnes en Roma, fue secretario del Maestro de la Orden.
Le confiaron la formación de los novicios, dedicó toda su vida al servicio de los hermanos, destacaba en Él su prudencia y caridad. Fue el hombre del justo equilibrio: ni flojo ni intransigente. Muy fino, pero nunca ingenuo.
Discreto pero franco y recto. Solía decir: ”Somos hermanos, pero no rivales «.
Fue un amante promotor de la familia dominicana, benemérito de algunas congregaciones religiosas. Nuestra Congregación lo tuvo y lo siente como un Padre.
Desde el año 1883, cuando el padre Maugenest, Prior del Convento de Santo Domingo en Toulouse, pasó a Marsella, le recomendó, ocuparse de la pequeña comunidad, y de verdad la tomó a cargo, con paternal afecto, en forma personal mientras se encontraba cerca y a través de sus cartas cuando los cargos de la Orden lo llevaron lejos. Recomendaba siempre: permanezcamos unidos entre nosotros, de manera que la diversidad de naciones, lenguas, costumbres no hagan vacilar la unidad, más bien la fortalezca y la haga hermosa en todas sus diversidades.
Su influencia y ayuda ante el Maestro de la Orden fueron decisivas, para la afiliación de nuestra Congregación a la Orden de Predicadores.
