Este año 2025 nuestros corazones celebran con algarabía el jubileo “Peregrinos de la esperanza”. Ante tal magno acontecimiento es bueno preguntarse ¿qué es peregrinar?, si esta respuesta se emite desde una perspectiva de crecimiento espiritual podemos darnos cuenta que ello no solo implica un viaje físico sino sobre todo un viaje interior hacia la fe, la esperanza y la misericordia. Por tanto, este jubileo es una bella ocasión que nuestro Santo Padre quien en vida fue Papa Francisco nos exhortaba a meditar en torno a la virtud teologal de la esperanza.
Como familia de Dominicas de la Inmaculada Concepción, nuestros corazones henchidos de alegría y en sinodalidad vamos cultivando en todas nuestras obras educativas esta gran virtud de la esperanza en los jóvenes, vivenciado en cada acontecimiento en las diversas actividades; así como en el contenido de las agendas escolares donde se da a conocer el significado del jubileo, el logo, los templos jubilares a visitar por los jóvenes juntamente con sus familias, el himno del jubileo que es aprendido y cantado a viva voz. Cada mañana al iniciar la jornada pedagógica nuestros jóvenes manifiestan ese deseo de Dios a través de la Lectio Divina que tiene como eje de reflexión “peregrinos de esperanza” y desde allí se profundiza el verdadero significado de la esperanza descubriendo que ésta es como un faro de luz en medio de las oscuridades que evidencian en su entorno: extorsiones, violencia, robos, falsedades, falta de fe, entre otros; acciones humanas que con fe deben pasar de las tinieblas a la luz de la esperanza.
A través de las actividades de Semana Santa, especialmente en el recorrido del vía crucis por las calles, los jóvenes vivieron momentos fuertes que se pueden descifrar como un eslabón para acrecentar más su fe y así poder avanzar con confianza en el camino de la vida en sus dificultades personales y desde la fe resucitar con esperanza ante los retos de estos tiempos preparándose para el Encuentro Nacional de Jóvenes DIC “Peregrinos de la Esperanza”, actividad programada a nivel de la Provincia Santa Rosa – Perú, con motivo del año jubilar.
Es menester en estos tiempos aprender a ser esos “peregrinos de la esperanza” para tanta juventud que nos necesita, hoy a ti y a mí nos toca continuar en nuestra tarea evangelizadora el legado de nuestra madre fundadora Hedwige Portalet, quien estuvo convencida en cada acontecimiento de su vida que la virtud está muy ligada a la fe personal y es esta misma fe la que nos lleva a peregrinar hacia la tierra prometida. No nos agotemos en seguir inculcando en los jóvenes esta gran virtud de la esperanza para que aprendan a asumirla como una fuerza inquebrantable poniéndola en práctica a través de la oración, caridad, compasión y servicio, especialmente al más vulnerable. Formar en la virtud de la esperanza implica que nuestros estudiantes deben alimentarse cada día de la fe en Dios contemplando su Palabra, teniendo la convicción que la esperanza recobra fortaleza en la Eucaristía, la misma que nos impulsa a construir día a día un mundo en justicia y paz, en la que cada joven desde su vocación se convierta en un excelente “peregrino de la esperanza”.
Hna. Ana Lucía Ramírez Morales
Provincia Santa Rosa – Perú
